domingo, 11 de mayo de 2014

El Cuerpo Humano Aparato circulatorio

Las circulación de la sangre en las arañas

Circulación de la sangre 

Las arañas tienen que circular la sangre en sus cuerpos. La sangre incolora, llamado hemolinfa, transporta nutrientes, hormonas, el oxígeno y las células. La sangre también sirve a otro propósito. Se utiliza localmente para elevar la presión arterial durante la muda (desprendimiento de la piel de edad) y estirar las piernas.

En las moléculas de hemoglobina mamíferos, presente en los glóbulos rojos, transportar oxígeno. La araña utiliza una proteína llamada hemocianina más complicado. A diferencia de la hemoglobina, hemocianina no se almacena en una celda sino que fluye libremente en la sangre de una araña. Hemocianina es unaproteína que está formado por 24 sub-unidades con un peso molecular de 1.704.000 en comparación con la masa molecular del oxígeno, que es sólo 32. La hemoglobina humana se compone de cuatro subunidades con una masa molecular de 64.500. La hemoglobina es un disco molecular, compuesta de nitrógeno, carbono, hidrógeno y un átomo de hierro en el centro. El hierro oxidado de la molécula da su característico color rojo. Hemocianina también contiene nitrógeno, carbono e hidrógeno, pero tiene un átomo de cobre en el centro en lugar de un átomo de hierro. 

Las arañas tienen un sistema circulatorio abierto. La sangre de las bombas del corazón con una serie derecipientes y de arterias, pero las arañas carece el sistema complejo de los tubos capilares que en vertebrados intercambian oxígeno, los alimentos, y las basuras entre la sangre y los tejidos finos del cuerpo. En lugar, la sangre filtra entre los tejidos finos de la araña, recoge en pequeños bolsillos en la superficie inferior del cuerpo, y fluye de nuevo al corazón. No toda la sangre pasa a través de los órganos respiratorios de las arañas. Un sistema circulatorio eficiente, de alta presión es crucial para la locomoción de una araña. 

viernes, 9 de mayo de 2014

Circulación mayor y circulación menor.


El aparato circulatorio está formado por el corazón, los vasos arteriales y venosos y los capilares sanguíneos con un doble circuito cerrado: la circulación mayor y la menor. La circulación menor parte del ventrículo derecho y va a los pulmones, transportando sangre venosa a través de las arterias pulmonares. En correspondencia con los capilares pulmonares, la sangre cede una parte de su anhídrido carbónico (CO2), se carga de oxígeno y vuelve a la aurícula izquierda a través de las dos venas pulmonares. La circulación mayor parte del ventrículo izquierdo por la gran arteria aorta, que envía sangre a irrigar la cabeza y las extremidades superiores; luego nutre al hígado, por medio de la arteria hepática; el intestino, con la arteria mesentérica y los riñones con las arterias renales. Al final la aorta se divide en las arterias ilíacas, que irrigan las extremidades inferiores. La sangre venosa vuelve al corazón a través de la vena cava inferior, que recoge directamente la sangre procedente de las venas renales y hepáticas e indirectamente la sangre intestinal, que pasa primero a través del circuito de la porta y luego a través del hígado. La sangre venosa de las regiones cefálicas, a través de la vena cava superior, vuelve a la aurícula derecha del corazón y seguidamente al ventrículo derecho, para pasar por último a la pequeña circulación y continuar el ciclo. 
Las plaquetas o tromboncitos Tiene la de coagulación sanguínea por su capacidad para agregarse unas con otras en respuesta a diversos estímulos. Forman coágulos, gracias a que poseen gránulos de sustancias activadoras de la coagulación. Forman nudos en la red fibrina, liberan substancias importantes para acelerar la coagulación y aumentan la retracción del coágulo sanguíneo. :D

Ejercicios para la circulación.

El movimiento de la sangre se produce constantemente en un círculo cerrado, y es impulsado por el latir del corazón. La sangre transporta a los tejidos de todo el cuerpo, el oxígeno y el alimento necesarios para garantizar la supervivencia y el crecimiento celular. Por medio del aparato o sistema circulatorio se produce un enlace directo o indirecto, las células y los órganos homeostáticos principales. Cada célula del cuerpo tiene una comunicación muy rápida con los pulmones para satisfacer sus necesidades de oxígeno o para eliminar el bióxido de carbono.

La falta de ejercicios en nuestras actividades cotidianas, los hábitos alimenticios y un estilo de vida poco saludable, son las principales causas de los problemas del aparato circulatorio. Con frecuencia nos quejamos de las piernas cansadas y de los brazos pesados, acompañados de una sensación de hormigueo general. Nuestro cuerpo por su constitución orgánica, necesita de movilidad para mantener las funciones vitales en óptimas condiciones, cuando por las exigencias laborales de la sociedad actual, permanecemos inactivos y sin movilidad física durante las largas horas, nuestra circulación sanguínea se ve afectada a causa de la dificultad que se genera para un buen retorno venoso, algo que con el tiempo produce un deterioro evidente de la salud.

Si realizamos una actividad física con regularidad, con la cual movilizamos todas las articulaciones y músculos del cuerpo estaremos actuando de acorde con las necesidades que el organismo requiere y mejorando nuestra salud.

Ejercicios:

1. Túmbate boca abajo y estira las piernas apoyando el dorso de los pies en el suelo. Coloca las manos por delante de los hombros y el mentón próximo al suelo. Inspira empujándote con los brazos pero sin llegar a estirar por completo los codos y llevando el cuerpo hacia atrás, lentamente. Relaja los hombros y el cuello, mirando hacia arriba de modo que la espalda se arquee hasta donde puedas, evitando el dolor en todo momento. Mantén la posición de la espalda arqueada durante unos cinco segundos o el tiempo que te sea posible, siempre y cuando contengas el aire. Seguidamente baja la espalda espirando hasta que el mentón toque el suelo. Realiza el ejercicio descrito de cinco a diez veces.

Beneficios: Fortalece la espalda, libera le tensión de la boca del estómago estimulando las funciones intestinales, flexibiliza la columna vertebral y aumenta la capacidad respiratoria.

2. Permanece boca abajo, coloca los brazos doblados por delante de los hombros, apoya el mentón en el dorso de las manos y separa ligeramente las piernas. Inspira, elevando una de las piernas lo más posible y completamente extendida. Manténla alzada unos segundos, exhala volviendo a la posición inicial, para seguidamente levantar la otra pierna. Realiza el ejercicio diez veces con ritmo y continuidad.

Beneficios: Mejora el riego sanguíneo hacia la zona intestinal, disminuye los dolores del síndrome menstrual, estimula los órganos internos, previene la ciática, favorece la digestión.

3. Túmbate boca arriba con los brazos extendidos a los lados del cuerpo. Flexiona las rodillas hacia el pecho y seguidamente estira una pierna hacia delante y hacia arriba sin mover la otra. Realiza veinte veces el movimiento alternando las piernas con ritmo y armonía. Respira con normalidad y sin contener el aire.

Beneficios: Descongestiona la cadera y las piernas, reduce la fatiga de las piernas, aumenta el lubricante natural de las articulaciones, agiliza el sistema sanguíneo.

4. Continua tendida boca arriba Levanta las piernas hasta formar un ángulo de 90º. Estira completamente las rodillas y mantén los brazos a los lados del cuerpo con las manos al suelo. Doble los pies todo lo posible, como si quisieras tocar con la punta las piernas, realiza la flexión soltando el aire. A continuación inspira y estira el pie a modo de punta de ballet. Realiza el ejercicio veinte veces, lentamente acompasando la respiración.